En Semana Santa, algo tanto o más tradicional que las procesiones, son las recetas típicas de estos días. Son fechas en las que, las fiestas nos dejan más tiempo que nunca para dedicarlo a la cocina, y contamos con una gran cantidad de platos típicos. De hecho, hay muchas recetas, platos y postres que tan solo con pensar en ellos, nos retrotraen directamente a recuerdos de la Semana Santa.

Y un distintivo de esta fiesta son sus recetas propias. Por temporada, y por costumbres, en esta época salen a relucir platos y creaciones culinarias “de toda la vida”, que merece la pena rescatar.

Es lo que sucede con el potaje de vigilia. Una receta con bacalao típica de Semana Santa que ayuda a alimentar cuerpo y alma, al tiempo que permite mantener la tradición cristiana de no comer carne durante los viernes del periodo de cuaresma.

Semana Santa, semana sana

Con todas las tendencias que predominan en la actualidad y que giran en torno a la alimentación sana, y el consumo de comida real, estas recetas que en el pasado habían quedado como un triste clásico obligatorio de la Semana Santa, hoy en día son preciadas joyas de alimentación sana y contundente. 

Estos platos nacieron de la necesidad de crear platos con fundamento, pero sin la utilización de carnes y embutidos. De esta forma, al juntar la necesidad y los condimentos que predominaban en las despensas castellanas de la época, nació la receta del Potaje de Vigilia.

Hay muchos que piensan que la base fundamental, los cimientos básicos de una buena sopa, cocido o caldo, es acompañarlo de un buen puñado de garbanzos. En este caso, el bacalao y los garbanzos juegan al despiste, dejando cada uno su margen de protagonismo al otro elemento. En su conjunto y acompañados de una serie de ingredientes que los hacen brillar, nos damos de bruces con un plato de potaje delicioso, sano y facilísimo de preparar. Una de las recetas saludables más recomendables para Semana Santa.

Para las fechas que vienen, tenemos que pensar en soluciones “de vigilia” es decir, siguiendo las tradiciones cristianas de no comer carne durante todo el periodo de cuaresma. Además, se trata de no derrochar y consumir alimentos comunes, que todos podemos tener en casa, o que se conservan perfectamente. Con recetas fáciles como el potaje de vigilia, más allá de una limitación, muchos podrán encontrar una buena oportunidad de explorar platos y recetas menos comunes en otras épocas del año.

El Potaje de Vigilia, es un plato de garbanzos acompañados de bacalao fresco y espinacas, que siguiendo la receta que te presentamos a continuación, componen un plato rico, sabroso y nutritivo para degustar esta Semana Santa.

Receta de Potaje de Vigilia

Para llevar a cabo la receta del potaje de vigilia, toma nota de los siguientes ingredientes. Como ves, no hay nada extraño y seguramente ya tengas de todo en tu despensa. Pero recuerda, cualquier cosa que necesites, podrás encontrarla en las secciones de tu supermercado Dialprix más cercano.

Ingredientes para preparar el potaje de vigilia:

El plato

  • 400 gr de Bacalao
  • 500 gr de Garbanzos cocidos (o sin cocer)
  • 300 gr de Espinacas
  • 1 Cebolla
  • 1 cucharada de Aceite de oliva
  • 2 ajos picados
  • 1 tomate rallado
  • 500 ml de caldo de pescado

El picadito

  • 1 cucharada de Pimentón
  • 1 cucharada de Comino
  • 1 cucharada de Ajo en Polvo
  • 100 gr de Picatostes (estos últimos 4, mezclar en un mortero y picar)

La guinda

  • 2 yemas de huevos cocidos y rallados, añadir en el último momento, junto con el picadillo.

Pasos para la preparación

Para esta receta, podremos conseguir bacalao fresco de nuestra zona de pescado en el Dialprix más cercano, o en el panel de congelados. El bacalao es uno de los pescados más agradecidos y que mejor se puede conservar congelado. Simplemente se ha de tener la previsión un día antes, de subir a la nevera para que se descongele paulatinamente.

Además de esto, necesitamos garbanzos que pueden estar ya cocidos o no, ser de bote o cocidos en olla exprés. En caso de no estar cocidos, aumentar el tiempo de cocción final junto a todos los ingredientes.

Para preparar el picadito, añadiremos en un mortero una cucharadita de pimentón, una de comino, y una de ajo en polvo. Seguimos añadiendo unos cuantos picatostes, y ¡a darle con el mortero! Luego habrá que reservar este picadito para añadir a la olla junto al resto de la mezcla justo antes de dejarlos cocer en el paso final.

Por otro lado, echaremos en una olla grande una buena cucharada de AVOVE (aceite de oliva virgen extra) y una cebolla picada, que dejaremos pochar. Añadiremos entonces un tomate rallado y dos ajos picados. Entonces será el turno de volcar los 500 gr de garbanzos cocidos (o sin cocer).

Tras darles un par de vueltas, añadiremos 500 ml de caldo de pescado, los 300 gramos de espinacas, y los 400 gramos de bacalao troceado.

Es en este momento cuando recuperaremos el mortero, para volcarlo en la olla junto con un par de yemas de huevo cocido picadas. Cerramos la tapa de la olla y dejamos cocer a fuego medio-lento, durante 20 minutos.

Como podéis ver, en muy poco tiempo y con ingredientes sencillos y comunes, podemos dar vida a un plato bendito, contundente y con fundamento, ideal para degustar en esta especial Semana Santa que se nos avecina. Además, te dejamos el vídeo de esta receta de bacalao para que puedas seguirla paso a paso.

Esperamos que puedas poner en práctica esta receta y disfrutarla como se merece. ¡A comer!

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