12 Uvas a medianoche: La gran tradición española de Nochevieja, y la superstición a la que todos nos rendimos con gusto, satisfacción, y por qué no decirlo, con algún que otro atragantamiento.

La costumbre de comer doce uvas en Nochevieja en España es una bendición para el Año Nuevo que se remonta a finales del siglo XIX.

En años posteriores, este ritual se vio reforzado por los excedentes de cultivo de la fruta y por la habilidad de comercialización de los agricultores de las zonas de Murcia y Alicante (Comunidad Valenciana), que pudieron consolidar esta tradición en el resto de España.

Más de un siglo después, estas dos regiones siguen siendo los líderes indiscutibles de la producción de uva de mesa en España. Habiendo conquistado tan decididamente este país, ahora han puesto sus ojos en el mercado internacional con un éxito cada vez mayor.

Tipos de Uva para Nochevieja

En general, las variedades de uva de mesa se diferencian de las utilizadas para el vino en que tienen niveles más bajos de azúcar y acidez, pieles más finas y tienden a crecer en racimos más sueltos y grandes.

Para encontrar los líderes de la producción de uva de mesa, no hay que buscar más allá de la región sudeste de Murcia. Aquí, el cultivo de la uva de mesa se ha convertido en uno de los oficios más importantes de la zona. Actualmente Murcia domina este sector a nivel nacional tanto en producción como en exportación, representando esta última el 90% del total nacional.

El mercado español de uva de mesa se basa casi exclusivamente en el consumo de variedades de uva que contienen semillas, algo que nunca deja de ser sorprendente cuando intentas masticar y tragar las uvas en los últimos segundos de cada año.

Las variedades de uva de mesa españolas tradicionales como Aledo, Ideal, Dominga, Ohanes y Moscatel tienen semillas, y estás son las más comunes. Sin embargo, son algo inusual en esta preferencia, ya que la mayoría de los consumidores en el resto del mundo se han quedado sin semillas.

Y es que comer 12 uvas a medianoche en Nochevieja es tanto una tradición como una superstición en España. Es raro que un ciudadano de bien se arriesgue a envenenar su destino para el año que viene saltándose alguna de las doce uvas, una por cada campanada de medianoche.

El resto del mundo tiene la oportunidad de saludar vertiginosamente el Año Nuevo bebiendo una copa de champán y dándose un beso al caer la bola del reloj, o al llegar la manija a las 24:00h.

Pero los primeros 12 segundos del Año Nuevo de los españoles son algo más “silenciosos” e intensos, ya que todos se concentran en comer las 12 «uvas de la suerte» que simbolizan los 12 meses de buena ventura que se avecinan.

Comer las uvas garantiza comenzar el año con un poco de adrenalina y probablemente algunas risas. Si bien el objetivo de bajarse las 12 uvas a tiempo puede desencadenar un concurso de quién es más bestia alrededor de la mesa, es más probable que el mayor desafío sea no atragantarse mientras las metes en la boca e intentas tragar al tiempo que te ríes histéricamente.

Para más inri, las uvas típicas de Fin de Año, suele ser la uva moscatel, y esta tiene hueso. Por lo que es también muy común acabar el año enfrentados en dos bandos dentro de la propia casa, aquellos que las pelan y deshuesan, y quienes se vanaglorian de comerlas enteras. Los de este último grupo suelen ser los que más comúnmente sufren de atragantamiento en estas celebraciones. Hay quien piensa que las casualidades no existen.

Tipos de perfiles en la mesa de Nochevieja a la hora de las Uvas

A través de años de observación, se han descubierto claramente seis perfiles comunes de aquellos que han sido (en su mayoría) exitosos logrando la hazaña de comer las doce uvas y no fallar en el intento. Por eso, creemos que es necesario ofrecerte estos perfiles a modo de para el consumo de uvas de Año Nuevo:

Maestro Zen – Alinea cuidadosamente las uvas y las come metódicamente una por una, mientras medita en el sonido de las 12 campanadas. Empieza el Año Nuevo completamente en el momento.

Full Frontal – Abraza el Año Nuevo con gusto metiendo todas las uvas en la boca a la vez. Se preocupa por tragarlas más tarde. Es posible que a la una menos cuarto del 1 de enero, todavía esté masticando.

Falso Arranque – Ansioso por bajarse rápidamente las 12 uvas, comienza a comer la primera antes de la medianoche, rápido y preocupado por realizar correctamente el ritual. Acaba atascando demasiado pronto, y empieza el año con una servilleta manchada en el bolsillo.

Reina Isabel – Prepara las uvas con antelación cortándolas por la mitad. Se las come con un tenedor de un plato. Comer las uvas por la mitad puede ser menos auténtico, pero es el mejor método para los niños pequeños, y para cualquiera que se preocupe por mantener su vida a salvo. Los de este grupo, no tienen miramientos a la hora de quitar hasta los huesos.

Exhibicionista – También conocido como «el chulo». Ve el consumo de uvas como otro deporte extremo, o como una oportunidad para presumir. Empieza el Año Nuevo con un impulso del ego, lanzando las uvas al aire y cogiéndolas en la boca. Requiere una práctica secreta antes del Año Nuevo.

Estilo “dos copas de más” – Hace un esfuerzo para comer las uvas pero se rompe, empieza a hablar, a beber, a abrazar o se distrae de alguna otra manera a mitad de las 12 uvas. Esto es, no hace falta decir, lo que sucede más a menudo.

¡Feliz Año Nuevo!

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